Beirut, en el corazón de la Iglesia

Beirut, ciudad de la resurrección

Disponible también en árabe y en inglés.

El texto original fue publicado en MECC el 10 de agosto de 2021. Traducción y publicación por Maronitas.org en colaboración con The Middle East Council of Churches.

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En la primera conmemoración de la Explosión del Puerto de Beirut, el 4 de agosto de 2020, el Departamento de Comunicación y Relaciones Públicas del Consejo de Iglesias del Oriente Medio publicó un número especial en su revista trimestral «Al Muntada» en agosto de 2021, titulado «Beirut, en el corazón de la Iglesia, Beirut, una ciudad de resurrección». La introducción del número fue escrita por la editora y jefa, directora del Departamento de Comunicación y Relaciones Públicas, la Sra. Huguette Salameh.

Huguette Salameh

Editora y jefa, directora del Departamento de Comunicación y Relaciones Públicas



Ha pasado un año y la tragedia de la explosión Beirut sigue creciendo, con más rabia y fuerza. Ningún recuerdo puede contener el dolor que causó, mientras que ningún tiempo podría hacerlo desaparecer. Desde el pasado mes de agosto, Beirut reza en nombre del Padre por cada hijo, hermano, hermana, madre o padre que fue a trabajar y nunca volvió. 216 víctimas en segundos. Miles de heridos, cientos de los cuales quedaron con discapacidades permanentes. Más de 80 mil hogares, negocios, escuelas, hospitales y lugares históricos que se mantenían en pie para ver crecer y florecer a Beirut fueron destruidos.

Desde hace 365 días, los padres de las víctimas claman por justicia para sus seres queridos. No quieren enterrar su memoria del mismo modo que enterraron sus cadáveres, que tuvieron que enviar para una prueba de ADN.

Beirut fue asesinada. Beirut se levanta a pesar del rencor, la violencia y el extremismo. Es la ciudad de la vida, del amor y del diálogo, donde las religiones se reunían... pero la destruyeron cuando no había Estado que la protegiera. La vaciaron de sus hijos mediante el dolor y el desplazamiento. Si no fuera por las organizaciones religiosas, las asociaciones de la sociedad civil y los voluntarios de los jóvenes libaneses, nuestra hermosa ciudad nunca habría resurgido de las cenizas del abandono y la corrupción.

Desde el 4 de agosto de 2020, se podía oír su voz, al pasar por el puerto, diciendo a todo el mundo: «Yo soy Beirut. Me mataron a sangre fría. Me destruyeron y asesinaron a mis hijos. Me traicionaron, a mí, que los amaba a todos, y me vendieron por basura».

Beirut es la ciudad de la resurrección. Sus habitantes son gente de esperanza. Sus campanas y minaretes llevan un año pidiendo, con una voz unida, justicia, misericordia y dignidad humana.

Las iglesias de Beirut se comprometieron con un corazón cálido a ayudar y asistir a las personas de sus parroquias que perdieron sus casas, sus trabajos e incluso sus documentos de identidad. En esta edición especial de «Al Muntada», los líderes de la Iglesia revelan cómo pasaron con sus parroquias por el infierno y la vuelta, y cómo superaron esa trágica experiencia con sus hijos. Los obispos de Beirut formaron un comité ecuménico en colaboración con el Consejo de Iglesias del Oriente Medio para suturar las heridas causadas por la explosión. Aunaron esfuerzos para que la voz de «La llamada de Beirut», que inició el Consejo, se escuchara alto y claro. Beirut es la ciudad inmortal e inmortalizable.

¡Beirut está en el corazón de la Iglesia!

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