En el día de Pentecostés, una renovación de la fe y una transición a la Verdadera Luz

Ven, Espíritu Santo, y envíanos un rayo de tu luz desde el cielo

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El texto original fue publicado en MECC del 16 de junio de 2021. Traducción y publicación por Maronitas.org en colaboración con The Middle East Council of Churches.

 

Por: Elia Nasrallah

Traducido por Mary Yahchouchy

Es el día de la fundación y el nacimiento de la Iglesia, el día en que se le confió su misión: una comunidad de misioneros y testigos. Los discípulos aceptaron la palabra del Señor con gran alegría para predicarla por todo el mundo en una sola lengua, la lengua de Dios.

Es el día de Pentecostés, el recuerdo de la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles reunidos con la Madre de Dios en Sión, Jerusalén, tras la Ascensión de Jesucristo al corazón del Padre Celestial.

Es la celebración de la renovación que guía al hombre desde las tinieblas y el pecado hasta la luz y la castidad. Esta Luz divina fue mencionada en el Evangelio por Juan en el capítulo 8,12: «Yo soy la Luz del mundo. El que me sigue no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida».

Las familias de la Iglesia celebran este acontecimiento divino cincuenta días después de la Pascua, cada una según su rito y creencia. Según Hechos 2, 1-1: «De repente vino del cielo un ruido como de un viento fuerte que soplaba, y llenó toda la casa en la que estaban. Entonces se les aparecieron lenguas como de fuego, que se separaron y se posaron sobre cada uno de ellos. Y todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les permitía proclamar...».

 

Con el Pentecostés, la Iglesia termina la tercera etapa del Nuevo Testamento. La primera sería la etapa que va de la Anunciación a la Cruz, la segunda, de la Cruz a la Resurrección, y la tercera, de la Resurrección a la Ascensión hasta Pentecostés.

Por supuesto, el Pentecostés es un punto de cambio en la historia de la humanidad, que representa el comienzo del cristianismo.

¿Qué significado tiene el nombre de esta celebración?

«Pentecostés» es una palabra hebrea, su origen es «Asar» de la que se derivó la palabra «Asret» que significa «reunión» o «congregado», ya que los judíos solían reunirse para celebrar muchas fiestas. La palabra también tiene otro significado, que es «impedir» o «abstenerse», ya que el trabajo está prohibido en este día porque es sagrado y está dedicado al Señor. En griego, "Pentecostés" es Pentecosti, derivado de πεντηκόστη ἡμέρα, que significa el 50º día.

El Espíritu Santo, guía de la humanidad

Cabe destacar que el relato de Pentecostés mencionado en los Hechos incluye símbolos referidos al Espíritu Santo. En primer lugar, se encuentra la expresión «un viento fuerte» o «un viento tempestuoso», que simboliza la aparición de Dios en el desierto del Sinaí, como se menciona en Éxodo 19, 16-19 y en Deuteronomio 10, 4, donde nos damos cuenta del poder divino y de la presencia de Dios con el hombre a través del Espíritu Santo (Juan 20, 23-24).

En segundo lugar, la imagen «del fuego». La venida del Espíritu Santo a los apóstoles en forma de lenguas de fuego expresa el poder de la obra divina del Espíritu cuando Jesucristo los envió a la tierra mediante el mayor acto de amor de la historia, su muerte y resurrección. Recordamos lo que dijo san Juan Bautista en el Evangelio según san Lucas 3,16: «Yo los bautizo con agua, pero viene uno más poderoso que yo. No soy digno de desatar las correas de sus sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego».

En tercer lugar, los Hechos de los Apóstoles mencionan la idea de «hablar en lenguas», que simboliza los dones espirituales otorgados por el Espíritu Santo a los primeros grupos cristianos que se extendieron por todo el mundo y entre todos los pueblos. Aunque los discípulos de Jerusalén eligieron diferentes lenguas, todos entendían un mismo idioma, el del Espíritu Santo. A diferencia de lo que ocurrió en la Torre de Babel, donde los discípulos hablaban una sola lengua hasta que el Señor les hizo hablar en lenguas diferentes, y ya no pudieron entenderse.

Pentecostés del Antiguo al Nuevo Testamento

Históricamente, Pentecostés es una de las tres principales celebraciones judías, que son la Pascua, el Pentecostés y los Tabernáculos. De hecho, tiene una conexión con el Antiguo Testamento, sobre todo en lo que respecta a la agricultura, ya que era el foco principal de la vida y el trabajo del pueblo judío en su tierra. Al principio se conocía como la «Fiesta de la Cosecha» y la «Fiesta del Grano», como se menciona en Éxodo 16,23: «También celebrarás la fiesta de la cosecha del grano con las primicias de las cosechas que hayas sembrado en el campo; y finalmente, la fiesta de la cosecha de los frutos al final de los años, cuando recojas los productos de los campos». También se llamaba la «Fiesta de las Semanas»: «Celebrarás la fiesta de las Semanas con la primicias de la cosecha de trigo; asimismo, la fiesta en la cosecha de los frutos al final del año» (Éxodo 34, 22).

Sin embargo, desde el siglo II a.C., esta fiesta ha tomado otro cariz para vincularse al establecimiento de la Alianza entre Dios y el pueblo en el Sinaí y a la introducción de la Shariaa (Ley) a los judíos de la mano del profeta Moisés, cincuenta días después de que cruzaran el Mar Rojo.

Entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, Pentecostés tiene diferentes significados y connotaciones. En el primer período, el día de Pentecostés es la conmemoración de la recepción de la Ley por parte de Moisés, mientras que en el segundo, es la conmemoración de la recepción de la Ley del Espíritu Santo por parte de los discípulos de Jesús. En la época antigua, Moisés presentaba al pueblo los mandamientos de Dios, mientras que en la época cristiana, Pedro presenta al pueblo la glorificación del Señor Jesús. Asimismo, en la Antigua Alianza, Moisés se dirigía al pueblo que se preparaba para entrar en la Jerusalén terrenal, mientras que en la Nueva Alianza Pedro llama al pueblo a entrar en la Jerusalén celestial.

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Un icono especial muestra este acontecimiento divino, pero ¿cuáles son sus símbolos?

En primer lugar, observamos el paño rojo que rodea el lugar en el icono, como signo de la gloria divina. Hay 12 discípulos rodeados por el paño, sentados en un asiento semicircular, como si estuvieran en un consejo superior. «Ustedes mismos se sentarán en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel» (Mateo 19, 28), sosteniendo en sus manos Evangelios y epístolas, símbolo de lo que escribieron y predicaron.

El asiento del centro está vacío, está dedicado a Jesucristo. A la derecha se sientan Pedro, Mateo, Marcos, Santiago, Simón y Tomás, y a la izquierda Pablo, Juan, Lucas, Andrés, Bartolomé y Felipe. La Madre de Dios no está presente en todos los iconos de Pentecostés, a diferencia del icono de la Ascensión, porque el Espíritu Santo vino a ella en la Anunciación.

En la parte inferior del icono, se encuentra un anciano en una cueva oscura, un viejo rey que representa a toda la creación que se enfrenta al pecado y espera la buena noticia, la luz divina. En sus manos, sostiene un trozo de tela con 12 espirales que denota a los 12 apóstoles que predicaron la Buena Nueva por todo el mundo.

Alabemos al Espíritu Santo y glorifiquemos a las tres hipóstasis, cantando juntos: «¡Hemos visto la Luz Verdadera ! ¡Hemos recibido el Espíritu Celestial! ¡Hemos encontrado la Verdadera Fe! Adoremos a la Trinidad Indivisa, que nos ha salvado» (Himno de la Divina Liturgia de San Juan Crisóstomo en la Iglesia Ortodoxa).

 

Communication and Public Relations Department


Recursos:

Página web del Patriarcado Ortodoxo Griego de Antioquía y Todo Oriente: https://bit.ly/3cDl0Zq

https://bit.ly/3cH8QyR

Sitio web del Patriarcado Latino de Jerusalén: https://bit.ly/3gw67cK

Sitio web del Papa Francisco: https://bit.ly/3gk5ns7

Sitio web de Annahar: https://bit.ly/3gmwrqY

Sitio web de Al Siraj Al Orthodoxy: https://bit.ly/3gCQwrI

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