Una nueva víctima de la explosión del 4 de agosto y los libaneses continúan curando sus heridas

Dima Abdel Samad Kaiss, después de sufrir fatales heridas en la cabeza, falleció el 28 de octubre de 2020. Crédito de la foto: The 961

Dima Abdel Samad Kaiss, después de sufrir fatales heridas en la cabeza, falleció el 28 de octubre de 2020. Crédito de la foto: The 961

El texto original fue publicado en MECC del 30 de octubre de 2020. Traducción y publicación por Maronitas.org con la autorización expresa y petición de The Middle East Council of Churches. 

Reporte de Fouad Kazan

 

Breve descripción

Hasta hoy, el número de muertos por la explosión de Beirut sigue aumentando, ya que una nueva persona fue víctima de ella. Dima Abdel Samad Kaiss, quiene estuvo en coma durante 83 días por las graves heridas en su cabeza, finalmente se unió a Nuestro Señor en el cielo. Según varios informes, estaba presente en el balcón en el momento de la explosión. De tal forma, que estuvo en coma desde entonces. Su fallecimiento es un ejemplo de la corrupción que aún está extendida en el país. Varios líderes han prometido cambio y justicia rápida desde el día de la explosión, pero no hemos notado nada. Sólo discursos vacíos, reuniones falsas, y promesas demasiado buenas para ser verdaderas, emanadas de nuestros llamados “benefactores”. Incluso Human Rights Watch calificó la investigación local realizada por el aparato estatal, como pésima y fraudulenta. Al igual que las víctimas que cayeron en la explosión, y al igual que Dima, nosotros los ciudadanos seguimos siendo tratados como una estadística o un número que pronto será olvidado. 

Lamentablemente para todos los responsables del desastre, los libaneses nunca olvidaremos ni perdonaremos lo que ha ocurrido, pero no por rencor ni por odio, al fin y al cabo no es la forma cristiana de hacerlo, sino por el honor de todos los caídos.

 

Ayuda humanitaria

Youssef Haidar, un arquitecto ordinario, se encuentra frente a un edificio histórico dañado en Beirut, Líbano, el 27 de agosto de 2020. HASAN SHAABAN/BLOOMBERG

Youssef Haidar, un arquitecto ordinario, se encuentra frente a un edificio histórico dañado en Beirut, Líbano, el 27 de agosto de 2020. HASAN SHAABAN/BLOOMBERG

La ayuda humanitaria para el Líbano, hasta este momento, no se ha aprovechado. ONU-Hábitat y el PNUD han unido sus fuerzas para empoderar a los municipios de Beirut tras la explosión. Financiado por la Unión Europea y en cooperación con el Ministerio del Interior y Municipalidades (MOIM: Ministry of Interior and Municipalities), el Proyecto de Empoderamiento y Resistencia Municipal (MERP: Municipal Empowerment and Resilience Project), permitirá a las Naciones Unidas compartir diversas experiencias y recursos para permitir a las autoridades locales y apoyarlas en el logro de un desarrollo sostenible a más largo plazo. En el mismo orden de ideas, la UNIFIL completó la misión de limpiar 11,500 toneladas de escombros y realizar obras de construcción. Ahora, han regresado al sur para reanudar sus tareas iniciales.

Los ciudadanos comunes también están continuamente tratando de reconstruir y restaurar Beirut a su gloria pasada. Bokja, una compañía de diseño de muebles de Beirut, renovó un vecindario lleno de tiendas de antigüedades, después de la masiva explosión del 4 de agosto en el puerto de Beirut. Esto es para demostrar cómo los libaneses están dispuestos a deshacer el daño hecho en lugar de esperar a que el gobierno intervenga.

Communication and Public Relations Department

Translation Source: Maronitas.org

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