Tras la explosión del puerto de Beirut, los niños libaneses están en grave peligro

UNICEF advierte: más del 30% de los niños van a la cama con hambre

Disponible también en árabe y en inglés.

El texto original fue publicado en MECC el 13 de agosto de 2021. Traducción y publicación por Maronitas.org en colaboración con The Middle East Council of Churches.

©Sky News Arabia

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Informe de Elia Nasrallah

Traducción de Mary Yahchouchy


«La situación ha ido empeorando desde entonces», estas son las palabras que Ted Chaiban, Director Regional de UNICEF para el Medio Oriente y el Norte de África, utilizó para describir las condiciones de vida en el Líbano en la actualidad. Desde aquel trágico momento, a las 18:07, la capital libanesa tocó fondo y lo que ha quedado de este país espera una condena segura.

Alexandra Naggear, víctima de la explosión de Beirut

Alexandra Naggear, víctima de la explosión de Beirut

En resumen, y sin tratar de endulzar la verdad, los niños libaneses no están bien. 600 mil niños fueron víctimas, directa o indirectamente, de la desafortunada explosión del 4 de agosto de 2020. Esta fue la declaración de Chaiban en la rueda de prensa que celebró el 3 de agosto en el jardín público de Karantina. Debemos señalar que el comunicado de prensa de UNICEF afirmaba que «la explosión mató a 200 personas, entre ellas seis niños, e hirió a más de 6,500, entre ellos 1,000 niños».


Muchos son los niños que sobrevivieron a la explosión, pero siguen viviendo en una constante desesperación. Sin embargo, ¿cómo se supone que las familias pueden protegerlos y proteger sus derechos si no les proporcionan sus necesidades más básicas?

Los números son una prueba viviente de las pésimas condiciones de vida en el Líbano. Aunque parezca mentira, el 30% de los niños se acuestan con hambre porque el 77% de las familias carecen de medios económicos para comprar los alimentos que necesitan, entre estas familias se encuentran los refugiados sirios. UNICEF da la voz de alarma con estas cifras en un reciente informe basado en una encuesta realizada en julio con 1,200 hogares afectados por la explosión. Por lo tanto, UNICEF advierte sobre el peligro que rodea a nuestros niños debido al empeoramiento de la crisis y a la incapacidad de los padres para satisfacer las necesidades básicas diarias.

¿Qué pasa con este colapso y sus consecuencias? Lo que sabemos es que no podemos medirlo con números. Por ello, UNICEF está preocupado por el futuro de 1,2 millones de niños en el Líbano, de los cuales el 64% necesita ayuda inmediata. Según una evaluación realizada en abril de 2021, el 40% de los niños viven en familias sin un proveedor que gane el salario necesario para mantenerlos y el 77% de estas familias no reciben ninguna ayuda social.

©UNICEF2021 / Fouad-Choufany / Líbano – Ted Chaiban, Director Regional de UNICEF para Oriente Medio y África del Norte

©UNICEF2021 / Fouad-Choufany / Líbano – Ted Chaiban, Director Regional de UNICEF para Oriente Medio y África del Norte

Estas cifras nos siguen sorprendiendo, ya que la encuesta muestra que dos de cada tres familias, alrededor del 68,6%, no han recibido ninguna atención sanitaria ni medicamentos desde hace un año. El 30% de los niños no ha tenido ninguna atención sanitaria primaria y el 76% de las familias se han visto afectadas por la disparatada subida de los precios de los medicamentos.

Los recursos hídricos también están disminuyendo. Ted Chaiban habló de una crisis del agua debida al fracaso de los sistemas de abastecimiento... El 71% de la población del Líbano (4 millones de personas) tiene dificultades para obtener agua, incluido un millón de refugiados. Advierte de una escasez gradual del suministro de agua en todo el país en las próximas 4 a 6 semanas si continúan la escasez de combustible y la crisis económica.

Chaiban subrayó: «Los niños del Líbano deben ser una prioridad absoluta, sus derechos básicos deben ser respetados y estar al alcance de la mano. Esto incluye los aspectos básicos de la salud, la nutrición y la protección contra la violencia, incluidos los abusos y la explotación. Todos los niños se lo merecen y, desde luego, todos los niños del Líbano también».

 

El director de MENA pide a los líderes libaneses que formen un gobierno capaz de llevar al país por la senda de la recuperación. También exige una investigación transparente y creíble para determinar la causa de la explosión «y hacer que los responsables de la explosión rindan cuentas y hagan justicia a las familias afectadas, incluidas las que perdieron a sus seres queridos... Mientras tanto, quedarse de brazos cruzados no es una opción».

 

Por otra parte, la portavoz de UNICEF, Juliette Touma, describe las continuas consecuencias negativas de la explosión sobre los niños y las familias, ya que muchos están viviendo en residencias temporales en medio de daños psicológicos que se manifiestan en el miedo, las pesadillas y el llanto constante... señala que estas consecuencias están empeorando debido al agravamiento de la crisis económica y política y a la propagación del coronavirus en el país.

UNICEF está realizando grandes esfuerzos para proteger a los niños y preservar su dignidad. Ha lanzado el programa «Haddi» para ayudar económicamente a las familias vulnerables para que puedan satisfacer las necesidades básicas de sus hijos libaneses, sirios y palestinos. Según Touma, estas ayudas económicas deben animar a las familias a mantener a sus hijos en la escuela, para que no tengan que enviarlos a trabajar en granjas, industrias o cafetales para satisfacer sus necesidades".


©UNICEF2021 / Fouad-Choufany / Líbano

©UNICEF2021 / Fouad-Choufany / Líbano

Sin embargo, ¿no se vieron afectadas también las escuelas por la explosión? UNICEF tiene la respuesta a esta pregunta: 160 escuelas de Beirut resultaron dañadas por la explosión, que afectó a 85,000 niños, adolescentes y jóvenes matriculados en escuelas privadas y públicas de formación profesional o técnica. UNICEF ha cooperado con la UNESCO y otros socios para reconstruir y rehabilitar las escuelas para que puedan abrir sus puertas a los estudiantes cuando sea necesario.

El Jefe de Educación de UNICEF, Atif Rafique, dijo que «la tragedia de agosto aumentó el riesgo de que los niños, especialmente los más vulnerables, no pudieran volver a la escuela y aprender. Tenemos que hacer todos los esfuerzos posibles para rehabilitar las escuelas lo antes posible en medio del caos y la devastación que las rodea».

 

En medio del empeoramiento de las condiciones de vida, el aumento del estrés diario y la violencia tras la explosión del puerto de Beirut, las familias se encuentran ante un futuro incierto y problemas agobiantes que afectan a la vida y la comodidad de sus hijos. Ya no se sienten seguros, como ha contado una niña a UNICEF: «cada vez que escucho un avión en el cielo recuerdo cómo me sentí el día de la explosión...». Una madre dice: «en la explosión del 4 de agosto, quedamos heridos, desplazados y casi lo perdimos todo, lo que nos llevó a nosotros y a otras familias a tocar fondo... Si no fuera por UNICEF y por Himaya, no habríamos tenido a nadie a quien pedir ayuda. Ponemos nuestra única esperanza en Dios».

Communication and Public Relations Department


Fuentes:

Paginas web de UNICEF Líbano:

https://uni.cf/3fZNJJG

https://uni.cf/3yVMRgw

https://uni.cf/3CLcZNt

https://uni.cf/3slueAs

Página web de Al Mufakira Al Kanounya: https://bit.ly/3iy2qFF

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