Confesiones al Creador
El texto original fue publicado en MECC el 18 de febrero de 2021. Traducción y publicación por maronitas.org con la autorización expresa y petición de The Middle East Council of Churches.
Oración inicial del Dr. Michel Abs, Secretario General del MECC, durante la Oración Ecuménica en línea celebrada por el Consejo de Iglesias del Oriente Medio, y organizada por el Departamento de Comunicación y Relaciones Públicas en cooperación con el Departamento Teológico y Ecuménico, el viernes 12 de febrero de 2021.
Te confesamos, Señor, que hemos perseverado en nuestra pecaminosidad,
te confesamos, oh Creador del universo, que hemos corrompido tu creación,
te confesamos, Señor del universo, que hemos olvidado tus mandamientos,
te confesamos, Padre amoroso, que hemos ofendido tu amor,
te confesamos, oh Misericordioso, que no hemos mostrado misericordia entre nosotros,
te confesamos a Ti, que eres Capaz, que no fuimos capaces de frenar nuestra avaricia,
te confesamos, Redentor, que no respetamos tu redención,
pusimos en ruinas tus dones,
destruimos el entorno natural con el que nos dotaste.
¡Destruimos la vida que Tú creaste!
¡Destruimos la creación que Tú redimiste!
En medio de nuestra tumultuosa vida diaria, olvidamos la distinción entre el bien y el mal, entre la verdad y la mentira, y entre la veracidad y la blasfemia, y nos escondimos tras máscaras que tomamos prestadas de Tu legado y las falsificamos para satisfacer nuestros intereses.
Olvidamos en nuestro jadeo, detrás de las vanas glorias, que Tu confianza en nosotros tiene un derecho, por eso generamos una sociedad de consumo, impidiendo proteger el medio ambiente. Establecimos la injusticia como regla de vida y el engaño como guía para el trato entre nosotros, y cuando llegamos al final de los tiempos, te acusamos de castigarnos.
Como el mal está tan extendido en nuestra convivencia, hemos olvidado que Tú eres el Señor del amor, y hemos pensado que estamos en presencia del Señor del castigo que nuestras mentes inventaron. Hemos olvidado amar al Señor y que no le tememos, y hemos olvidado que las buenas acciones que realizamos no se deben al miedo, sino que están estimuladas por la identificación con Tu amor ilimitado que buscamos encarnar.
Debido a la intensidad de nuestra ignorancia, pensamos que la pandemia, que estaba a punto de destruir a la humanidad, era un castigo infligido por Ti, y olvidamos que fuimos nosotros quienes la produjimos desde nuestra excesiva oscuridad.
Al reunirnos aquí para rezar por el fin de esta pandemia, nos inspiramos en Ti y nos amonestamos a nosotros mismos y entre nosotros, invocando tu ilimitada misericordia.
Desde la eternidad hasta los tiempos eternos, no olvidaremos que Tú nos redimiste y te sacrificaste por nosotros, así pues, haz que seamos dignos de Tu redención y haz que conservemos los dones que nos has concedido.
Dr. Michel E. Abs
Secretario General del Consejo de Iglesias del Oriente Medio