Peregrinación a Saydnaya

El texto original fue publicado en MECC el 8 de septiembre de 2022. Traducción y publicación por Maronitas.org en colaboración con The Middle East Council of Churches

Dr. Michel E. Abs
Secretario General del Consejo de Iglesias del Oriente Medio


Hoy es el cumpleaños de nuestra Señora, la Virgen María, la dama de las damas a la que Dios Todopoderoso favoreció sobre las mujeres del mundo y la eligió para encarnar en su corazón al Maestro que vino a liberar a la humanidad del pecado y del yo mezquino que ordena el mal.

El 8 de septiembre, el mundo celebra esta gran ocasión, que es grande por sus efectos y por lo que resultó de ella. En la noche anterior al Eid, personas de todas las comunidades religiosas de la nación peregrinan al monasterio de Nuestra Señora de Sadnaya, en Siria, para recibir bendiciones, rezar y meditar. Allí, el hombre se siente cerca de su Señor, de su Creador, de su Primer Movilizador, de Aquel que insufló en su polvo el aliento de vida, del Todopoderoso que lo cuida y lo protege.

Visitar el monasterio y contemplar su recinto es una experiencia inigualable. Los peregrinos comienzan encendiendo velas en el santuario de la «Shaghoura» y lo coronan fotografiándose ante los murales de Ana y Joaquín, los padres de la Virgen, en cuyo vientre el Padre ha depositado al Encarnado.

Según los textos disponibles, Ana y Joaquín no tenían hijos, por lo que el ángel del Señor acudió a ellos y les anunció el nacimiento del Salvador concebido por su hija María, a la que se empeñaron en educar en la rectitud. A los tres años fue presentada en el templo, donde vivió hasta que se comprometió con José.

En cuanto a la celebración del nacimiento de la Señora, se remonta a mediados del siglo V d.C. en Jerusalén, cuando se dedicó una iglesia a su nombre. Luego, en el siglo siguiente, la celebración se trasladó a Constantinopla, donde San Romanos el Salmista escribió los himnos para la fiesta.

Después, la celebración de la fiesta se trasladó del Oriente a Occidente.

La celebración comienza en Saydnaya el 7 de septiembre con la sagrada procesión del icono de la Santa Virgen en la ciudad de Saydnaya y termina con la llegada al monasterio de la Señora y el establecimiento de la oración del atardecer. Esto incluye diversas celebraciones y actividades llevadas a cabo por los feligreses y creyentes que vienen de todo el país. Pero cabe destacar que los creyentes que vienen de fuera de Siria aumentan y se diversifican constantemente debido al alto simbolismo de la Virgen tanto a nivel de fe como a nivel nacional y cultural.

Durante los acontecimientos que arrasaron Siria en la pasada década, este monasterio fue atacado en un intento de ocuparlo y llevarlo a la misma suerte que el monasterio de Santa Tecla en Maaloula. Ambos monasterios están situados en una zona delicada desde el punto de vista geográfico, lo que se refleja en la estrategia militar, ya que el acceso a ellos es fácil a través de Qalamoun y la cordillera del este del Líbano.

Pero lo que salvó al monasterio fue la solidaridad de los habitantes de la zona que no permitieron que nadie penetrara en la zona apoyados en su empeño por las fuerzas militares.

Cuando visitamos el monasterio el pasado mes de julio con una delegación de las iglesias internacionales, lo encontramos rebosante de vida con cientos de creyentes que acudían a él desde todas partes y sentimos la fragancia de la historia del cristianismo oriental, cuyas raíces son profundas, rebosante de vida.

En cuanto a lo que añade glamour al monasterio, son las «Peregrinas», (las Hajjét) las monjas del monasterio, que atesoran en sus corazones todo el amor con el que el Señor amó al mundo y se entregó por él.

La bondad, la ternura y la piedad que emanan de los ojos de las Peregrinas y de su comportamiento te dicen lo que es el auténtico cristianismo oriental. Son una escuela en sí mismos, no necesitan planes de estudio ni profesores... ¡su comportamiento es suficiente!

Desde su gran altura, este monasterio domina las colinas de Levante, donde el cristianismo se extendió primero, y sigue siendo un testigo del tiempo y del arraigo del cristianismo en la tierra de Levante, donde se repartieron mensajeros predicando la buena palabra a la gente, en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

 

Este monasterio, en el que recibí personalmente el sacramento del bautismo, seguirá siendo el lugar de peregrinación de cristianos y no cristianos, reuniendo a los pueblos del Levante antioqueno y del mundo árabe. Este monasterio fue construido en nombre de la Madre de Dios, la Virgen Madre, y la madre es la que reúne, más aún si es la Madre del Maestro Encarnado.

Al final, debemos concluir este humilde artículo con las palabras de este himno, sencillo en sus palabras y profundo en sus significados:

«Tu Natividad, Virgen Madre de Dios

ha traído la alegría al mundo entero,

porque a través de ti ha surgido el Sol de la Verdad,

Cristo es nuestro Señor».

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